El pasado 19 de enero fallecía en París Andrée Putman, considerada como una de las grandes diseñadoras, a nivel mundial, de las últimas décadas. Además de sus múltiples proyectos en los distintos ámbitos de los espacios comerciales, boutiques, escenografías para eventos, residencias, mobiliario y objetos diversos, etc., Putman ejerció su creatividad en innovación en el mundo de los hoteles y restaurantes, algunos de ellos definiendo un estilo y concepto que sería adoptado por el sector, como fue el Hotel Morgans de Nueva York en 1984 (a iniciativa de sus propietarios Steve Rubell y Ian Schrager, dueños de la famosa discoteca neoyorkina Studio 54), una de las primeras referencias del «hotel boutique», y su posterior remodelación en 2008.
En la actualidad el Hotel Morgans forma parte del Morgans Hotel Group y sus hoteles son una referencia de la hotelería internacional (Royalton, Hudson, Mondrian Soho, Ames, Sanderson, etc.).
Otros alojamientos hoteleros tienen la firma de la diseñadora, como el Rivage de Hong kong, Pershing Hall de París, Imwasseerturm de Colonia, etc. También, su presencia está en los restaurantes como La Bastide en Los Angeles, Lo Sushi en París o Pierre Hermé París en Shibuya, Tokio y algunos spas parisinos como el Guerlain y el Carita.
Sin duda alguna, Andrée Putman, deja un legado muy importante para la historia del diseño del siglo XX y esta primera década del XXI. Quizá, con Anouska Hempel (Blakes Hotel, Warapuru, Grosvenor House, La Suite West, etc.) forma parte de los gurús del diseño hotelero que han marcado el cambio a la imagen de los nuevos hoteles.
El vino en la sociedad del siglo XXI. |
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