Dentro de las actividades de IFEMA, se han celebrado dos ferias, una relacionada con la Hostelería, HOREQ (20-22 de noviembre), y otra, FERIARTE (16-24 de noviembre), con las Antigüedades.
HOREQ se ha reinventado pasando a ser un Salón de soluciones para la Hotelería, Restauración y Colectividades. Este año ha coincidido con VENDIBÉRICA, una representación de empresas dedicadas al vending.
FERIARTE, por su parte está en su 37ª edición, con una oferta de empresas dedicadas a las antigüedades, especialmente, arte antiguo, artes decorativas y pintura y un espacio dedicado al ArtDesign.
No es ningún descubrimiento que la crisis ha afectado a estas convocatorias y solo hay que ver el número de pabellones del recinto ferial dedicados a ellos, en estos casos eran el 4 y el 7.
Hay que felicitar el esfuerzo de estas empresas que acuden no solo a promocionar sus negocios, si no a vender y buscar clientes que es su principal objetivo, sobre todo en estos momentos que si no te mueves estás “muerto o desapareces del mercado”.
Acaban de publicarse los datos del negocio turístico hasta el mes de octubre, habiendo alcanzado la cifra de 54,3, millones de turistas entre los diez primeros meses del año, casi el 5% más comparado con 2012. Es un resultado histórico que llevará a terminar el año en los 60 millones de turistas extranjeros.
Con un aumento importante del turismo nórdico, ruso y Reino Unido, las Comunidades más beneficiadas han sido Cataluña, Canarias, Baleares, Comunidad Valenciana y Andalucía, mientras que Madrid ha perdido más del 6%.
La Comunidad madrileña se ha convertido en un “estudio de caso” que debería ser investigado por los especialistas con el fin de encontrar respuestas y soluciones, porque Madrid no se merece este descenso que la va a llevar a la segunda división de los destinos turísticos urbanos.
Podíamos hacer una lista de las posibles causas de esta situación:
- Producto no competitivo (¿)
- Responsables de la política turística madrileña incompetentes
- Falta de un plan ESTRATÉGICO general de promoción que no sea solo pasearse por las ferias y tener bonitos stands.
- Falta de un plan específico dirigido a los nuevos centros económicos y geoestratégicos de donde están saliendo o pueden salir los nuevos turistas del siglo XXI (China, India, Emiratos, Indonesia, etc.) además de potenciar más el mercado natural latino americano
- Falta de verdaderos especialistas ”vendedores” de la oferta en sus diferentes productos y servicios
- Suciedad de calles y espacios públicos “increscendo”
- Aumento de la inseguridad en zonas, calles y plazas turísticas, algunas convertidas en lugares idóneos para toda clase de maleantes masculinos y femeninos
- Falta de formación y profesionalidad en negocios vinculados al turismo (restaurantes, bares, cafeterías, locales con diferentes productos y servicios, etc.).
- Asociaciones, instituciones y organizaciones privadas que según les va, jalean a los políticos sin ver el futuro que les viene encima
- Exceso de manifestaciones autorizadas o no que convierten las calles en un peligro para los turistas o en una “foto negativa” para enviar a sus familiares y amigos.
- Lugar de encuentro y de “estancia” para todos los que quieren protestar (con razón o sin ella) contra las decisiones del gobierno o de la autonomía
- Falta de más plazas hoteleras dirigidas al turismo de lujo internacional o de alto poder adquisitivo
- El descenso de viajeros a través del aeropuerto de Barajas
La realidad es que Madrid tiene un producto turístico más que suficiente para ser un destino urbano muy competitivo. No solo es Madrid, la capital del reino, sino las ciudades que en un radio de 100 kms ofrecen otras singularidades turísticas de primer orden (Toledo, Aranjuez, Segovia, Chinchón, Ávila, La Granja, El Escorial o la sierra madrileña).
Madrid ha ido descendiendo en el ranking de las ciudades europeas de una manera constante por un cúmulo de circunstancias que sumadas todas han ido llevando a los turistas a otros lugares.
¿Cómo es posible que un centro neurálgico que ofrece productos para la cultura, el ocio, la gastronomía, espacios e instalaciones para toda clase de congresos o eventos, haya entrado en esta especie de hibernación turística?
Lo que está claro es que los que han dirigido la política turística relacionada con la Comunidad de Madrid están desinflados desde hace años. Empezó con las aspiraciones olímpicas del exalcalde de Madrid, Sr. Gallardón hoy actual ministro de Justicia y han alcanzado su cénit con el fiasco de la alcaldesa, Sra. Botella que lo único que nos dejó para el recuerdo fue el relaxing coffee en la Plaza Mayor. Y, en estos momentos el punto de mira está en Eurovegas.
Ahora, lo que el turismo empresarial madrileño pide son inversiones en promoción, lo que nos parece bien, el problema es el qué, quien cómo y dónde pues seguro que pueden aparecer especialistas interesados en una suculenta partida que los madrileños pueden dedicar a su promoción.
Madrid posee una conectividad aérea, de ferrocarril y carreteras de primer orden. No solo es aeropuerto internacional de Barajas con su T4 que, a pesar de reducir su actividad con la desastrosa unión de Iberia con British Airways, sigue siendo la entrada natural a Europa para los vuelos transatlánticos.
El AVE, el potencial de las otras líneas de ferrocarril, y las autovías, son magníficas infraestructuras que llevan al viajero a cualquier lugar del país en tiempos reducidos y por lo tanto la capital madrileña con un excelente transporte público tiene toda clase de productos y servicios para competir. Lo único que nos falta son gestores inteligentes, con conocimientos y experiencias y ser conscientes del transcurrir de este planeta en el siglo XXI.
Estrategia empresarial para las empresas turísticas. |
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