En 1996 la ciudad de Cuenca era declarada Patrimonio de la Humanidad. Quizá, fue su punto de partida a un nuevo período de apertura al exterior, ya que no solo la capital conquense, sino la provincia se ha mantenido durante años en una actitud endogámica fomentada por la falta de políticas que mejoraran infraestructuras, servicios, economía, etc.
La construcción de la autovía y el AVE desde Madrid han dotado a Cuenca de unas facilidades de comunicación extraordinarias, con un potencial enorme para su desarrollo. Creemos que a pesar de todas estas novedades, todavía le falta un camino por recorrer que le permita desarrollar sus enormes posibilidades.
Cuenca es historia, cultura, naturaleza, gastronomía, gozando de un patrimonio arquitectónico y un espacio y entorno natural a través de las hoces de los ríos Huécar y Júcar que complementan la amplia oferta para el viajero-turista. La referencia de las «Casas Colgadas» es la imagen más conocida pero hay muchas cosas que ver. La Catedral cuyo origen se traslada a finales del siglo XII, conventos de diferentes órdenes religiosas y numerosas iglesias con fachadas e interiores artísticos, algunas de siglos pasados, sus torres como la Mangana, casonas nobiliarias, antiguas murallas árabes, los edificios de las » Casas Colgadas» que son la fachada de la «hoz del Huécar» , callejas que recorrer, Parador de Turismo, Plaza Mayor, Auditorio o lo edificios del Ayuntamiento y Diputación, este último podrían convertirlo en un hotel de lujo que daría categoría a los alojamientos de la ciudad.
El rey Alfonso VIII la conquistó en 1177 a los musulmanes y la reconoció con su Fuero de Cuenca y, en 1833, se convirtió en capital de la provincia. Todo un recorrido de su historia que se inicia en el Paleolítico Superior.
Pero Cuenca tiene una gran respuesta cultural, no solo con las actividades de conciertos, cursos de carácter internacional, universidad, etc., tiene también sus museos: Museo de arte Abstracto Epañol, el Museo de las Ciencias de Castilla La Mancha y el Museo de Cuenca.
El Museo de Arte Abstracto Español situado en el entorno de las Casas Colgadas, es una antigua casa habitada por el canónigo Gonzalo González de Cañamares a mediados del siglo XV y fue remodelado y abierto en 1966 por iniciativa del pintor Fernando Zóbel de Ayala y Montojo (Manila, 27 de agosto de 1924-Roma, 2 de junio de 1984) y enterrado en el cementerio de San Isidro en Cuenca), junto con los artistas Gustavo Torner y Gerardo Rueda, es una de las representaciones más importantes de la pintura abstracta en España y, probablemente, el atractivo cultural más importante de la ciudad.
Desde el 07 de junio de 2013 al 06 de octubre de 2013 este Museo acoge una exposición de Eduardo Arroyo: retratos y retratos. Dicha muestra viene de la exhibida en el Museu Fundación Juan March de Palma, Mallorca.
Este pintor madrileño (1937), de familia leonesa, vinculado a la pintura, escultura, la fotografía como soporte de la memoria social y familiar de las que hace sorprendentes collages representan la vitalidad de este artista cuya vida se puede comprender mejor en el documental-entrevista que se puede ver y escuchar en uno de los espacios del Museo.
Premio Nacional de las Artes Plásticas de España en 1982, Eduardo Arroyo Rodríguez está reconocido por su amplia y prolífica carrera y es una gran oportunidad ver esta exposición que ofrece 33 pinturas y 8 esculturas del artista. Además el Museo obras de Antoni Tapiés, Pablo Palazuelo, Martín Chirino, Eduardo Chillida, Modest Cuixart, Manuel Viola, Luis Feito, Rafael Canogar, Gustavo Torner, Fernando Zóbel, Jorge Oteiza, etc. Un espacio museístico de alto nivel artístico.
Unos días en Cuenca pueden ser una buena opción. La provincia ofrece muchas referencias, el Parque Natural de la Serranía y sus parajes como la Ciudad Encantada, Nacimiento del Río Cuervo, la Hoz del Beteta o el Parque Cinegético el Hosquillo, junto las poblaciones de Arcos de la Sierra, Las Majadas, Portilla, Beamud; Uña, Huélamo; Tragacete, Zafrilla, Valdemeca y Villalba de la Sierra, sin olvidar los yacimientos arqueológicos de Segróbiga, Valeria y Ercávica.
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