Que mejor elección que la Colonia Patricia Corduba romana, hoy espléndida Córdoba, Patrimonio de la Humanidad, donde confluye tanta historia, culturas, material e inmaterial (como son sus bellos y floridos patios), donde se asentaron iberos, estuvieron fenicios, Julio César y Pompeyo combatieron por ella hasta que su importancia la convirtió en uno de los cuatro “conventus iuridici, el Conventus Cordubensis, con capital en Corduba, para recibir en estos pasados días festivos a miles de viajeros turistas que llenaron las calles ávidos de semana religiosa, de cultura visitando edificios y monumentos y disfrutando de su gastronomía en bares, tabernas, restaurantes que estaban llenos a rebosar…salmorejo, rabo de toro, jamón del bueno, flamenquines, tortillitas de camarones, frituras, potaje cordobés y un sinfín de delicias gastronómicas que, para eso Córdoba es durante 2014 Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica, pudiendo disfrutar además, del 23 al 27 de abril, con la XXXI Cata del vino Montilla-Moriles.
Siguiendo un poco la historia después de los romanos, sin olvidar a Lucio Anneo Séneca, insigne político, escritor, orador, representante del estoicismo y una de las glorias del Imperio, que terminó trágicamente ante el acoso de Nerón y su corte, llegaron los visigodos y después el arribo musulmán que convirtió a Córdoba en Emirato y después Califato.
En este período de la historia cordobesa y en la Catedral actual, cuyo origen fue la Basílica de San Vicente, se levanta también la Mezquita, considerada en su tiempo como la referencia más importante del Islam Occidental. Iniciada sus obras en el año 785 vienen realizándose reformas y ampliaciones Hasta que Fernando III el Santo reconquista Córdoba en 1236.
Es indudable que la Catedral de Córdoba y la Mezquita se han convertido en un referente para el turista que se introduce en los caminos andaluces y hoy es un espacio que lo visitan cientos de miles de personas a lo largo del año que tienen también la oportunidad de ver las diferentes Capillas, el tesoro Catedralicio o el Patio de los Naranjos, de origen musulmán donde los naranjos sustituyeron a las palmeras.
Pero Córdoba ofrece al visitante con otras propuestas como el Alcázar, el Museo Arqueológico o el del célebre pintor Julio Romero de Torres cuyas pinturas de mujeres dicen que se basaron en otras estampas japonesas cuyas referencias se pueden ver en este lugar.
Una de las singularidades de la capital cordobesa, es el Palacio de Viana, conocido como Palacio de las Rejas de Don Gome que cuenta con 12 patios que han dado lugar a que fuera declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981 y Jardín Histórico Artístico en 1983.
A las afueras, el visitante encuentra Medina Azahara, uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de la época musulmana construida por el Califa Abderramán III.
En definitiva la capital cordobesa incita a visitarla una y otra vez porque nunca se cansa uno de ver tanta historia y tanta belleza, a la que se suma la cordialidad de sus habitantes.
En este recorrido no podemos dejar de recordar las múltiples espacios en el casco histórico de la Judería, para el buen comer y beber con decenas de gastro-tabernas (como las llaman a algunas) que en estos días estaban con el cartel de “completo” y no queremos dejar de recordar a uno de los restaurantes que más fama dio a la restauración cordobesa: El Caballo Rojo, cuya oferta combina la culinaria mozárabe, sefardita y cordobesa (alcauciles, rape, bacalao, pierna de cordero a la miel, etc.).
También, el Mercado Victoria merece una visita. A muchos les recuerda el Mercado de San Miguel de Madrid, donde se practica la “mercagastronomía”. Además, el casco histórico está muy cerca.
Decenas de pensiones, hostales y hoteles, también, han disfrutado de una excelente ocupación, algunos con el cartel “no hay habitaciones libres” y esto ha dado un respiro a los hoteleros que llevan tiempo sufriendo la “dichosa crisis”.
Hay hoteles como el Selu, en la calle Eduardo Dato nº 17 cuyo Director Félix Serrano nos comentaba la ilusión y esperanza que les dan estos días con tanto movimiento, algo que echaban de menos desde hacía tiempo. Un buen alojamiento, cercano al casco histórico, excelentes habitaciones con un personal magnífico y muy atento con los clientes.
Al visitante que le apetezca un buen Cous Cous y una pastelería marroquí hecha “a la vista” no deje de visitar el “Caravasar de Qurtuba”, en la calle Romero número 3, un restaurante donde se pueden degustar magníficos platos, beber uno de sus múltiples tés y descansar de los recorridos que nunca terminan, porque Córdoba siempre sorprende. Y lo más importante un personal magnífico dispuesto a atender con una magnífica sonrisa de las cocineras o del personal del comedor.
Y si quieren volver a Córdoba, del 5 al 18 de mayo podrán admirar el popular Festival y Concurso de los Patios Cordobeses y, el mismo día 18, la V Caracolada, una fiesta gastronómica que organiza la Asociación de Comerciantes Caracoleros Cordobeses.
De todos modos, esta Semana Santa, podemos decir que es la del “milagro”. Millones de nacionales tomaron la decisión de “carretera y manta” que ya está bien de crisis. No sabemos cómo hemos pasado en un “pis pas” del “nivel de pobreza” a este otro nivel más alegre y festivo, aunque la “procesión vaya por dentro”.
Más de 10 millones de turistas en el primer trimestre es una buena noticia.
Jesús felipe Gallego. Presidente Grupo ISTur
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