Ética, política, economía y turismo.

Si nos asomamos a la ventana para ver el mundo, como lo hacía el «diablo cojuelo» que levantaba los tejados para ver las miserias del Madrid de la época (novela de Luis Vélez de Guevara, 1641), nos quedaríamos sorprendidos porque la realidad seguro que supera a lo que conocemos o nos cuentan.
Hace unos días no se hablaba nada más que de dos cosas fundamentales: la intervención, nacionalización o ejecución de Bankia y del triunfo del Atlético de Madrid.
La primera, tiene que ver con la ética, la política y la economía. Desde el punto de vista de la ética, está claro que desde hace tiempo no existe, al igual que en otras entidades bancarias, leáse Caja Castilla La Mancha, Caja del Mediterráneo, etc.
Uno, desde la ignorancia de los intríngulis financieros, se hace una pregunta muy sencilla: los Consejeros que se sentaban alrededor de la mesa para ver balances y proyectos, autorizaciones, etc., ¿qué hacían?. Algo muy simple, cobrar salarios y dietas suntuosas y mirar hacia otro lado. No hay responsabilidades pues allí estaban sujetándose unos a otros, la derecha, la izquierda y los sindicatos.
Pero, para ver que la cosa no está tan mal, ayer vimos como el turismo deportivo se practica con crisis o sin ella. La economía del país debe ser una cosa de extraterrestres o de los «primaveras» que pagan impuestos, ibis, gasolina, IRPF, al precio que les marquen. Hasta lloraban, no por los cinco millones de parados, sino porque perdió su equipo del alma.
Sin embargo, no hay que olvidar que esta sociedad es cada vez más transparente, que el almacén de regalos del expresidente Barrera, se vió por televisión y que las ruinas que hay en muchas autonomías surgieron de personas con nombre y apellidos. Pero parece ser que todavía hay mucho aguante. Se creen que los millones que se han ido por el desagüe se van a pagar solos.
La gente sigue sin entender lo de la sostenibilidad. En nuestro sector turístico se magnifica la estrategia de la eficiencia energética como el sumun cuando en el país suceden otras cosas muy graves.
Hay que formar en ética y valores a las generaciones venideras, pues de lo contrario, algunos pensarán que esto no tiene arreglo. Y si lo tiene, hace falta ejemplo, pero todavía no se percibe.

Estrategia empresarial para las empresas turísticas.

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3 Comentarios

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