La primera pregunta sería si estamos en un mundo sostenible o insostenible. La respuesta se podría dar si pudiéramos ver las mesas de todas las familias del planeta celebrando el 31 de diciembre. Aquí estaremos muy ocupados con las «uvas».
Por mucho que se trate de explicar que el concepto de sostenibilidad tiene un largo recorrido en el tiempo y de ello se viene hablando, escribiendo y practicando (aunque muy poco todavía), da la impresión que los interlocutores con los que muchas veces hablamos no terminan de entender y menos creer que es lo único que nos puede salvar de un desastre en este siglo XXI.
Tampoco mucha gente se entera de las cumbres o reuniones a nivel internacional que hablan de este tema o de alguno de sus contenidos. En el pasado 2012, por referirnos a lo más reciente, tuvimos la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible de Rio +20, con el lema «el futuro que queremos». Allí estuvieron Jefes de Estado y altos representantes de casi todos los países del planeta. Firmaron sus recomendaciones y 283 Conclusiones que hablaban de lo que se tenía que hacer y después todos se fueron a su casa.
Hace días finalizó la Cumbre de Lima (Perú) o Conferencia de las Partes (COP20), referida al Cambio Climático, a la que asistieron también Jefes de Estado y representantes de todos los niveles y organizaciones. Desde la Primera Conferencia de las Partes celebrada en Berlín el año 1995, se viene trabajando para reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que están afectando al planeta de manera considerable y alarmante según los científicos.
Los resultados de estas Conferencias o reuniones internacionales no avanzan al ritmo que sería necesario porque una elevación de la temperatura podría tener graves consecuencias y habría destinos turísticos de costas e islas que se podrán ver afectados. Hay países que se muestran reticentes a firmar acuerdos que les comprometan. Ahora se espera la próxima Cumbre de París a finales del 2015 para ver si se toman decisiones más avanzadas.
Sobre el hambre en el mundo puede hablar la FAO. La Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición celebrada en Roma el pasado 19-22 de noviembre terminaba con una Declaración que, entre otras, cosas decía:
5. «Reconocemos que las causas profundas de la malnutrición y los factores que conducen a ella son complejos y multidimensionales:
a) la pobreza, el subdesarrollo y un nivel socioeconómico bajo contribuyen de forma importante a la malnutrición tanto en las zonas rurales como en las ciudades;
b) la falta de acceso en todo momento a alimentos suficientes, en cantidad y de calidad adecuadas, que se ajusten a las creencias, la cultura, las tradiciones, los hábitos alimentarios y las preferencias de las personas de conformidad con las leyes y obligaciones nacionales e internacionales;
c) la malnutrición se ve a menudo agravada por prácticas deficientes de alimentación y cuidado de los lactantes y los niños pequeños, deficiencias en el saneamiento y la higiene, la falta de acceso a la educación, a sistemas sanitarios de calidad y a agua potable, infecciones transmitidas por los alimentos e infestaciones parasitarias y la ingestión de cantidades dañinas de contaminantes a causa de alimentos nocivos desde su producción hasta su consumo;
d) las epidemias, como la de la enfermedad provocada por el virus del Ébola, plantean enormes desafíos para la seguridad alimentaria y la nutrición…»
12. «Observamos con profunda preocupación que, a pesar de los significativos logros alcanzados en muchos países, en los últimos decenios se han hecho progresos modestos y desiguales en la reducción de la malnutrición y las cifras estimadas indican que:
a) la prevalencia de la subalimentación ha disminuido moderadamente, pero el número absoluto de personas afectadas sigue siendo inaceptablemente alto (se calcula que en 2012-14 había 805 millones de personas que padecían hambre crónica);
b) la malnutrición crónica medida por el retraso del crecimiento ha disminuido, pero en 2013 afectaba todavía a 161 millones de niños menores de cinco años, mientras que la malnutrición aguda (emaciación) afectaba a 51 millones de niños menores de cinco años;
c) la desnutrición es la causa principal de muerte entre los niños menores de cinco años, ya que provocó el 45 % de las muertes infantiles en el mundo en 2013;
d) más de 2 000 millones de personas sufren carencias de micronutrientes, sobre todo de vitamina A, yodo, hierro y zinc, entre otros;
e) el sobrepeso y la obesidad, entre niños y adultos por igual, han venido aumentando rápidamente en todas las regiones: en 2013 había 42 millones de niños menores de cinco años afectados por el sobrepeso y en 2010, más de 500 millones de adultos afectados por la obesidad;
f) los factores de riesgo dietético, junto con una actividad física inadecuada, explican casi el10 % de la carga mundial de la morbilidad y la discapacidad…»
g) «las guerras, las ocupaciones, el terrorismo, los disturbios civiles y las catástrofes naturales, los brotes de enfermedades y epidemias, así como las violaciones de los derechos humanos y las políticas socioeconómicas inapropiadas, han causado decenas de millones de refugiados, personas desplazadas, poblaciones civiles no combatientes afectadas por guerras y migrantes, que se encuentran entre los grupos más vulnerables desde el punto de vista nutricional. Los recursos para rehabilitar y atender a estos grupos suelen ser sumamente inadecuados y son frecuentes los casos de carencias nutricionales.
Todas las partes responsables deberían cooperar para asegurar el tránsito y la distribución seguros y puntuales de alimentos y suministros médicos a quienes los necesitan, de acuerdo con las creencias, la cultura, las tradiciones, los hábitos alimentarios y las preferencias de las personas, de conformidad con la legislación nacional, las leyes y obligaciones internacionales y la Carta de las Naciones Unidas;…»
Después de todos estos «reconocimientos» vienen los compromisos…que no se cumplen o solo en parte.
Podíamos hablar de la sanidad, educación, desigualdades, de los atropellos diarios a las mujeres, niños, mayores que son los más vulnerables.
Esto es la INSOSTENIBILIDAD.
El turismo, las empresas turísticas, los hoteles, además de practicar el desarrollo sostenible, pueden hacer una gran labor divulgativa de la sostenibilidad y de la obligación que todos tenemos de participar para llegar a un mundo mejor para todos.
Como estamos acostumbrados a mirarnos solos al espejo, lo primero que preguntan cuándo hablas de desarrollo sostenible y de su aplicación «es cuánto cuesta y donde se aplica».
Desgraciadamente, en nuestro país, con excepciones, se aplica poco y se entiende menos, nadie se preocupa del tema, todavía siguen con la «calidad». No se han enterado que estamos en el siglo XXI. ¿Si no das calidad que es lo que ofreces?. Como a los niños pequeños todavía hay que explicárselo…pero el negocio es el negocio…lo veremos en el photocall de Fitur.
Se ha presentado el Plan Integral de Turismo 2015-2025 que apuesta por la calidad integral de las Islas Baleares como destino turístico. Podían haber dicho «Plan Integral de Sostenibilidad de las Islas Baleares», pero eso debe ser un concepto demasiado complejo.
Dos ilustres representantes de grupos hoteleros dijeron hace tiempo que la mayor ventaja competitiva de España sería la sostenibilidad pero se conoce que sus palabras se quedaron escritas en los periódicos que las publicaron.
Supongo que los ejemplares de esos días, al menos, se reciclarían. Aquí estamos entretenidos con lo de la casta…insostenible. De aquí a las elecciones veremos lo que pasa. Este país necesita menos políticos y más gestores con experiencia. Como decía aquel anuncio de «hay que viajar más» yo diría «hay que trabajar más en la vida real» para que puedan dirigir este extraordinario país que se llama España.
Jesús Felipe Gallego. Presidente Grupo ISTur
