La importancia de la Diversidad Biológica

  • 22 de mayo 2015 «Día Internacional de la Diversidad Biológica» bajo el lema Diversidad Biológica para el Desarrollo Sostenible

Dia-Internacional-de-la-Biodiversidad

«Todo marco de desarrollo sostenible debe proporcionar condiciones propicias para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica, para un reparto más equitativo de los beneficios, así como para reducir los factores que promueven la pérdida de la diversidad biológica»

Mensaje de Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas

El 22 de mayo, mediante la resolución 55/201 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó celebrar el «Día Internacional de la Diversidad Biológica», cuyo objetivo es informar y concienciar a la población y a los Estados sobre las cuestiones relativas a la biodiversidad.

En la Cumbre para la Tierra de Río de Janeiro de 1992, los líderes mundiales acordaron una estrategia amplia para el «desarrollo sostenible», que contemplara nuestras necesidades y, al mismo tiempo, asegurara que dejáramos un mundo saludable y viable a las futuras generaciones. Uno de los acuerdos clave adoptados fue el «Convenio sobre la Diversidad Biológica». Este pacto, convenido entre la gran mayoría de los gobiernos del mundo, establece compromisos para mantener los fundamentos ecológicos mundiales a medida que avanzamos en las cuestiones relativas al desarrollo económico.

El Convenio establece tres objetivos principales:

  • La conservación de la diversidad biológica
  • La utilización sostenible de sus componentes
  • La distribución justa y equitativa de los beneficios obtenidos del uso de los recursos genéticos

¿Qué es la Biodiversidad?

La diversidad biológica, o biodiversidad, es el término por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que conforma. La diversidad biológica que observamos hoy es el fruto de miles de millones de años de evolución, moldeada por procesos naturales y, cada vez más, por la influencia del ser humano. Esta diversidad forma la red vital de la cual somos parte integrante y de la cual tanto dependemos.

Con frecuencia, se entiende por diversidad la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes. Hasta la fecha, se han identificado unos 1,75 millones de especies, en su mayor parte criaturas pequeñas, por ejemplo, insectos. Los científicos reconocen que en realidad hay cerca de 13 millones de especies, si bien las estimaciones varían entre 3 y 100 millones.

La diversidad biológica incluye también las diferencias genéticas dentro de cada especie, por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado. Los cromosomas, los genes y el ADN, es decir, los componentes vitales, determinan la singularidad de cada individuo y de cada especie.

Otro aspecto adicional de la diversidad biológica es la variedad de ecosistemas, por ejemplo, los que se dan en los desiertos, los bosques, los humedales, las montañas, los lagos, los ríos y paisajes agrícolas. En cada ecosistema, los seres vivos, entre ellos, los seres humanos, forman una comunidad, interactúan entre sí, así como con el aire, el agua y el suelo que les rodea.

Es esta combinación de formas de vida y sus interacciones mutuas y con el resto del entorno que ha hecho de la Tierra un lugar habitable y único para los seres humanos. La diversidad biológica ofrece un gran número de bienes y servicios que sustentan nuestra vida.

Pérdida de Diversidad Biológica

El crecimiento de la población, el desarrollo de las ciudades y el progreso tecnológico han ocasionado toda una serie de conflictos derivados de la explotación incorrecta de los recursos naturales y de la contaminación ambiental. La consecuencia de todo ello es la alteración de los ciclos de materiales y de energía con la consiguiente degradación de los ecosistemas y la puesta en peligro del equilibrio poblacional en numerosas especies,  y en el hombre.

Durante los últimos 60 años, el mundo ha experimentado un desarrollo económico espectacular, como no se había producido a lo largo de la historia de la humanidad lo que ha tenido como consecuencia la generación de una serie de problemas que han puesto de manifiesto la inviabilidad del sistema y la necesidad de acometer su reestructuración. Aunque el desarrollo no es ni mucho menos generalizado y, de hecho, se han intensificado las diferencias mundiales, es cierto que el mundo en general ha presenciado durante las últimas décadas adelantos sin precedentes en materia de crecimiento económico y desarrollo humano. Pero lo grave es que este crecimiento se ha llevado a cabo sobre la base de una utilización intensiva de los recursos naturales y un aumento de la generación de contaminación, procesos que están ejerciendo una presión cada vez mayor, sobre la biodiversidad.

En definitiva, parece innegable que el modelo desarrollado hasta ahora no puede sostenerse a largo plazo.

Algunos ejemplos:

  • El 70% de los pobres del mundo viven en zonas rurales y dependen directamente de la biodiversidad para sobrevivir y siguen siendo los más vulnerables.
  • La variedad y abundancia de especies se han reducido en un 40% entre 1970 y 2000.
  • El consumo insostenible sigue y la demanda de recursos en todo el mundo excede la capacidad biológica de la Tierra en un 20%.
  • Hoy la humanidad utiliza el equivalente de 1.4 planetas cada año. Esto significa que la tierra tarda un año y cinco meses en regenerar lo que utilizamos en un año.

La diversidad biológica se encuentra sometida a presiones cada vez mayores como consecuencia de la destrucción de hábitats y la perturbación de los ecosistemas como se constata en la última Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica. A pesar de que en las últimas décadas se ha avanzado en su conservación a escala global, el riesgo de extinción de las especies es cada vez más crítico y al margen de las implicaciones ecológicas, ello puede afectar a la posibilidad de desarrollar nuevos productos, sobre todo alimentos y medicinas.

Por su parte la World Wildlife Fund for Nature, (WWF en español, “Fondo Mundial para la Naturaleza”) hizo público la edición de 2014 de su informe bianual «Planeta Vivo» en la que se analiza el estado de más de 10 000 poblaciones de vertebrados a escala global, concluyendo que entre 1970 y 2010, el mundo ha registrado un decrecimiento de la vida silvestre del 52 %.

Sugerimos ver este informe considerando que tenemos sólo un Planeta y que todos tenemos la obligación de adoptar un cambio de los modelos de desarrollo y consumo para avanzar hacia una economía sostenible que minimice el impacto de las actividades humanas y aumente la integración social.

«Hábitos que se traduzcan en beneficios para el medio ambiente, la sociedad y la economía, presente y futura»

mejores hijos al planeta

Vilma Sarraff. Directora Grupo ISTur

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